“La limpieza de la piel por la mañana y por la noche es un gesto imprescindible, tanto si te maquillas como si no, porque todos los días la piel acumula impurezas de origen fisiológico (sudor, sebo, células muertas, gérmenes, etc.) e impurezas a causa de factores externos (contaminación, polvo, etc.). Es el primer gesto de salud y belleza para tener una piel sana y luminosa. Además, una piel limpia, con una higiene adaptada y respetuosa con su equilibrio, garantiza una mayor eficacia del tratamiento diario. Puedes elegir la textura que más te guste o que suelas usar: leche, agua o gel”.