Llevamos 40 años cuidando de todos los tipos de pieles frágiles
La piel frágil de los bebés o niños, incómoda e irritada por los brotes de eccema. Adolescentes a los que ayudamos a sentirse mejor consigo mismos cuidando sus imperfecciones crónicas. La piel de las mujeres que se ve afectada por la contaminación, el estrés y el ritmo de vida acelerado.
Toda piel frágil necesita reparación y protección. Pieles que envejecen, que necesitan más confort y ser capaces de autoregenerarse.
Piel atópica.
Piel alérgica.
Piel seca y tirante.
Piel debilitada, vulnerable e irritable que lucha por defenderse.
Todas ellas requieren una atención especial.
Todas requieren el máximo cuidado.
Cuidar es amar. Calmar, masajear, escuchar, tocar...
Cuidar la piel frágil requiere tanto cuidado como los hábitos que la acompañan.