El intertrigo es una inflamación irritante que se desarrolla principalmente en los pliegues de la piel, debido al calor, la humedad y la fricción. Se manifiesta mediante enrojecimiento y sensación de picor, que pueden ser muy molestos.
¿Cuáles son las señales a las que hay que prestar atención? ¿Cómo se evita el intertrigo? Nuestros expertos te lo explican.
El intertrigo no es contagioso: es una irritación de la piel que se desarrolla en los pliegues cutáneos (entre los dedos de los pies, por ejemplo), donde hay humedad, calor y roce constante. Afecta sobre todo a personas con sobrepeso, lactantes, ancianos, deportistas, etc.
El intertrigo está causado por el roce de piel contra piel, en condiciones de calor y humedad. Puede aparecer en cualquier zona del cuerpo donde dos superficies cutáneas estén en estrecho contacto entre sí.
La irritación cutánea puede producirse en varias zonas diferentes, pero las zonas con mayor riesgo de intertrigo son los pliegues: donde la piel no respira adecuadamente y roza con otras partes del cuerpo. Por tanto, el intertrigo puede aparecer entre los dedos de los pies, bajo los pechos, bajo los brazos, en los pliegues del vientre, en los pliegues del cuello, en la ingle, entre las nalgas, etc.
Muchas situaciones cotidianas pueden provocar irritación en los pliegues de la piel e intertrigo. Por ejemplo:
Frotarse también puede agravar un problema de piel seca y provocar irritaciones cutáneas llamadas erupciones.
El intertrigo se produce cuando la piel se frota en lugares cálidos y húmedos. He aquí algunos ejemplos:
Cuando la piel permanece confinada en un ambiente cálido y húmedo, se crea un contexto de maceración cutánea y proliferación de hongos y bacterias, a menudo responsables de infecciones secundarias. Hablamos entonces de intertrigo infeccioso, que puede ser bacteriano o micótico, según su origen.
Un ejemplo típico de intertrigo infeccioso es intertrigo de los dedos del pie, conocido comúnmente como pie de atleta: afecta con frecuencia a deportistas y personas que padecen una transpiración excesiva, cuando sus pies entran en contacto con calcetines húmedos o zapatos cerrados. Visualmente, puede manifestarse como enrojecimiento, sensación de picor intenso o incluso sensación de quemazón... A menudo aparecen grietas en la piel.
El intertrigo puede afectar a cualquiera, pero debes saber que hay determinadas situaciones en las que las condiciones son propicias para que se produzca. Por ejemplo:
Dicho esto, ¡no te preocupes! Habla con tu profesional sanitario. Podrá aconsejarte sobre cómo prevenir el riesgo de intertrigo.
Los síntomas característicos del intertrigo son los de la inflamación de la piel:
Hay que tener en cuenta que el intertrigo no es una infección cutánea como tal: sin embargo, cuando las bacterias o los hongos se hacen hueco, ¡puede convertirse rápidamente en una! En esta fase, pueden aparecer nuevos síntomas, como:
En caso de intertrigo, el objetivo principal del tratamiento será reducir la humedad de la herida, y aplicar tantos consejos como sea posible, según la situación, para reducir el roce y calmar la inflamación. Por supuesto, si se confirma una infección, el médico puede prescribir dermocorticoides para aplicar sobre la piel, o antibióticos orales (para atacar bacterias) o antifúngicos (para atacar hongos).
Para acelerar el proceso de curación del intertrigo y evitar la irritación y la maceración prolongada, aplica una loción calmante y secante después de lavarte. Considera las lociones en formato spray, porque son muy prácticas para su aplicación diaria, ¡y puedes llevártelas a todas partes!
Por supuesto, dado que la piel ya está muy irritada, opta por fórmulas sin perfume que contengan el menor número posible de ingredientes y el mayor posible de origen natural.
Una vez que el intertrigo esté perfectamente seco, aplica regularmente una crema reparadora y purificante, hasta que se haya curado completamente. En cuanto a la composición, elige una fórmula enriquecida con cobre y zinc para ayudar a minimizar el riesgo de proliferación bacteriana.
La mejor forma de prevenir la aparición del intertrigo es, por supuesto, minimizar las condiciones que favorecen su desarrollo. He aquí cómo hacerlo:
Si tiendes a sudar, recuerda cambiarte de ropa con regularidad: ropa interior, calcetines, ropa deportiva, bañadores, etc.
Asegúrate también de alternar los zapatos para que se sequen completamente antes de volver a ponértelos. Y para una ayuda extra, piensa en polvos absorbentes y productos antitranspirantes. Si echas talco en el interior de tus zapatos, reducirás la cantidad de humedad, y recuerda llevar calcetines de algodón y zapatos con forro de piel.
Consejo adicional para tu bebé: utiliza pañales transpirables y absorbentes para reducir la humedad, y cámbialos regularmente. Siempre que sea posible, deja que el bebé esté un tiempo sin pañales. ¡La piel que respira tiene menos probabilidades de desarrollar intertrigo!
Elige prendas de algodón o tejidos naturales. Y para aislar y proteger tu piel de cualquier riesgo de irritación que pueda provocar intertrigo, nada mejor que aplicar una crema barrera: ¡creará un verdadero efecto de "segunda piel"!
No dudes en consultar a tu profesional sanitario para un asesoramiento personalizado.
