¡Pica! El picor puede estar relacionado con afecciones como dermatitis atópica, eczema de contacto, xerosis o sequedad extrema de la piel. En caso de duda, no dudes en consultar a un médico. Una vez eliminadas estas causas, también hay otros factores que pueden desencadenar el picor, como las quemaduras solares, las picaduras de insectos, el embarazo o la varicela. Visión general y consejos para remediar la situación.
La dermatitis perioral suele manifestarse como irritación en la comisura de los labios y pequeños granos alrededor de la boca, los ojos y la nariz. Esto puede provocar la formación de vesículas, pápulas y pústulas, signos de una reacción inflamatoria en la piel. Curiosamente, a menudo se salvan los bordes de los labios.
No confundir con los granos de acné, que pueden inflamarse y doler, pero no suelen agruparse específicamente alrededor de la boca. El acné puede aparecer en el rostro, el cuello y, a veces, la espalda.
La piel que rodea la boca también puede enrojecerse e irritarse, formando manchas rojas alrededor de la boca.
Esto puede ir acompañado de una sensación de quemazón u hormigueo, a veces incluso de picores.
No confundir con la rosácea, que se caracteriza por un enrojecimiento persistente del rostro, sobre todo de las mejillas.
Los granos, el enrojecimiento y los picores también pueden ir acompañados de una sensación de piel seca alrededor de la boca: la piel se descama, lo que se conoce como descamación.
No confundir con el eczema, que se manifiesta con enrojecimiento, picores y descamación en varias partes del cuerpo, no solo alrededor de la boca.
La piel que sana "trabaja": se estira, se ablanda, se deforma y se reconstruye. Y esto puede desencadenar picores: para calmarlos, lo mejor es aplicar un producto reparador, a ser posible con activos calmantes.
Durante o después de un tratamiento, la piel puede volverse más sensible, más reactiva y con picores. Para calmarla, se puede aplicar un producto hidratante y emoliente sobre la piel.
Los mosquitos, las pulgas, las avispas, las garrapatas... ¡han vuelto a atacar! Para evitar una infección secundaria (y más picor), es importante no rascarse. Aliviar la picadura con un spray calmante y aplicar una crema calmante.
